Más sobre carrera docente, otras opiniones de las profesoras de nuestra carrera, esta vez en torno al tema de la Calidad de Vida de los profesores en Chile.
Nota publicada en pagina web EPE
“Las condiciones laborales, salariales y contractuales en que se desarrolla la profesión docente en Chile han llegado a cifras escandalosas. Actualmente nuestro país cuenta con 207 mil profesores, de los cuales cerca de 10 mil se encuentran cesantes (El Dínamo, 2014). Entre quienes trabajan en establecimientos que reciben fondos públicos (90% del país), el 38,7% tiene contratos de menos de 35 hrs. y el 34% posee contrato de 44 hrs. (MINEDUC, 2015: 16). Se trata del resultado de una tendencia generalizada a la reducción de las horas de contrato que se ha venido desarrollando en Chile desde inicios de la década del 2000 (González, 2015). Lo anterior tiene un impacto negativo en el trabajo docente porque, por una parte, para algunos se hace necesario trabajar en más de un establecimiento (de modo tal que pueda completar un sueldo que le permita vivir de acuerdo a sus necesidades) y, por otra, se verifica una intensificación de sus labores, pues por norma en Chile la proporción de horas lectivas y no lectivas es de un 75%-25% respectivamente (la más alta de los países de la OCDE), lo que implica que por cada hora de contrato, se cuenta con 4 minutos de recreo y 11 minutos de trabajo no lectivo a la semana”, se señala en el artículo “Ley de carrera docente: un punto de quiebre” escrito por los profesores Dra. Silvia Redon (PUCV); Loreto Serra (Magister © PUCV); y Dr. Félix Angulo (Universidad de Cádiz).
En el texto se hace referencia a la precariedad laboral, salarial y contractual que viven muchos profesores y que se traduce, entre otras cosas, en escaso tiempo para el descanso, la vida familiar y la recreación; y el desarrollo de serias enfermedades laborales.
En el marco de una serie de opiniones que han emitido docentes de la Escuela de Pedagogía PUCV, las académicas Vanessa Vega y María Leonor Conejeros se refieren al tema de la calidad de vida de los profesores y la presencia/ausencia de esta temática en el proyecto de carrera docente.
Dra. Vanessa Vega
“Me referiré a la carrera docente, desde la perspectiva de lo que le sucede al profesor hoy en relación a su calidad de vida individual, familiar y laboral, y cómo estas áreas se van entremezclando con sus procesos.
La calidad de vida individual tiene que ver con factores ambientales y personales. La sobrecarga laboral lleva a la aparición de temas relacionados al síndrome de burnout (del inglés “burn-out”: consumirse o agotarse) en el trabajo, que afectan dimensiones de la calidad de vida y que tienen consecuencias en el día a día.
La sobrecarga laboral, referidas a las horas de clases, los procesos de evaluación y la no valorización de su trabajo, afecta el bienestar emocional de los profesores. La carga laboral que se lleva a casa no es menor, si bien revisar pruebas y planificar clases es parte de nuestra labor, hay que visualizar que las cargas horarias no permiten hacer ese trabajo dentro de la escuela, y eso tiene un impacto.
La calidad de vida no es un tema que se aborde ni esté en los lineamientos en términos generales. En el proyecto de carrera docente no hay nada explícito en términos de calidad de vida, y esto debe ser explícito. Tampoco está claro acerca de bajar las horas lectivas ni cómo se inserta la inclusión de la comunidad en la escuela.
El tema de la calidad de vida laboral quiere decir cómo mi trabajo promueve espacios de desarrollo, lo cual no es un tema menor. Sentirte agobiado y cansado, y no hacer mucho a nivel personal o institucionalmente para salir de esa situación, impacta en la calidad de vida. Además, las condiciones laborales deben ser las necesarias para superarnos, enriquecer nuestro trabajo y salir adelante.
La calidad de vida es un tema que hay que conocerlo, discutirlo desde esta multidimensionalidad el concepto: el desarrollo personal, la inclusión, el trabajo y la vida en comunidad, y cómo podemos generar espacios para que el desarrollo de la carrera docente promueva la calidad de vida de quienes somos profesores”.
Dra. María Leonor Conejeros
“Respecto a la calidad de vida de los profesores, hay muchos docentes que presentan trastornos de ansiedad, descontento y desmotivación por la profesión, porque están agobiados por la cantidad de tareas y el poco tiempo para la reflexión y aprender otras cosas. Además, se llevan mucho trabajo para la casa: corrección de pruebas y preparar clases, y quienes no lo hacen es contraproducente para los aprendizajes de los niños, pero es la estrategia que logran desarrollar para enfrentar su situación.
Por otra parte, no me parece que deba haber un desarrollo profesional basado en incentivos tan conductistas, es decir: mejora tú como profesional y te pago más. Además, es una evaluación del momento, donde no se logra ver lo que pasó antes de esa foto. Un profesional de la educación debe ser alguien que quiera siempre hacer mejor su trabajo, no hacerlo vinculado al dinero. Es importante el incentivo, pero no de la forma que está acá. Esto impacta en las responsabilidades profesionales, pues hago algo por el incentivo económico, no por un desafío profesional. En educación se ha perdido el disfrutar de lo que se hace y eso hay que rescatarlo. Esta política no apunta a rescatar esa pasión por enseñar y aprender que se debiera incentivar en el contexto escolar.
Acerca de la disminución de horas lectivas, es un punto a favor y un tema sentido por los profesores que siempre se quejan que no tienen tiempo de planificar, por lo que les resta profesionalismo en su hacer. Si se disminuyen las horas lectivas, es importante que el espacio destinado a la preparación de clases no se vuelque en tareas administrativas, sino que sea un espacio de desarrollo profesional para integrar lo que pasa en las diversas asignaturas, que sea un espacio de comunidad con otros. Hoy cada asignatura es una isla y más tiempo permitiría un encuentro profesionalizante que ayude a ir construyendo un saber asociado a su quehacer pedagógico.
Tener menos horas lectivas permitiría generar otro tipo de relaciones, por lo que es positivo para el aprendizaje de los estudiantes y para los profesores, en su calidad de vida y desarrollo profesional. Hoy todo está tan pre escrito en la educación que los profesionales de la educación pierden autonomía y terminan haciendo las clases pauteadas en los libros, porque no hay tiempo para planificar y eso no es ser profesional sino que ser un simple instructor. Un profesional es el que innova y crea, no el que repite”.